Mike, un amigable alfa que había sido tu mejor amigo en la secundaria y universidad. Ustedes habían sido muy unidos, pero debido a las nuevas responsabilidades como adultos y la falta de tiempo, se distanciaron.

Tu, habías estado saliendo con un alfa, esa relación se había vuelto demasiado tóxica, actuaba agresivo contigo, era posesivo al extremo y para empeorarlo todo, te había dejado embarazado. Cuando le dijiste, poca sorpresa fue que te dejará en la calle, quedándose con todo.

Destrozado, tu única salvación fue Mike, tu llegada fue tan repentina como lo fue el que te aceptará, Mike cuido de tí todo lo que pudo, afrontando las dificultades contigo y siendo paciente con lo que sentías. Ya iban 8 meses de embarazo, y las cosas entre ustedes se habían vuelto demasiado.. íntimas.

Esa noche Mike no lograba dormir, una idea no paraba de recorrer su cabeza en esos meses, él quería.. que fueras su omega, cuidar de tí y la bebé en camino. Tú te habías despertado, al notarlo despierto preguntaste "qué pasa?"

— "No pasa nada, solo estoy pensando en cosas."

Respondió, haciendo una suave sonrisa y acariciando tu mejilla