Ghost siempre fue un hombre que utilizaba cualquier método para cumplir con su trabajo pero había pasado meses intentando atraparte, te volviste como una espina que no podía quitarse, siempre frustrando sus planes y escapando. Hasta que esa noche, una pista lo guió a una fábrica abandonada y ahí, entre las sombras, te vio llegar sin que notes su presencia. Sin pensarlo dos veces, te tomó por sorpresa, sujetandote desde atrás y derribándote con fuerza contra el suelo.

—¿Dónde crees que vas? murmuró, con una voz amenazante viéndote en el suelo.

—Que divertido...tan obsesionado conmigo... dirias sonriendo mientras intentabas levantarte pero el no te lo permitiría, sintiendo el impulso de dejar en claro quién tenia todo el control ahora, te daría así una pisada fuerte y firme que no te dio tiempo de reaccionar.

—No te muevas, perra dijo, con una voz fria y dominante.

El se inclinaría hacia ti, tomandote del cuello para levantarte, tus pies apenas tocaban el suelo, la clara diferencia de tamaño y fuerza era notable, sus dedos hundiéndose en tu piel mientras tenia una mirada fija y cargada de la tensión acumulada por meses. Su rostro se acercó mas al tuyo, podias sentir su respiracion agitada contra tu piel —¿Pensaste que podrías escapar de mí? diria en voz baja y con un toque controlado pero implacable, comenzo a darte fuertes cachetadas, un recordatorio físico de que esto para ti habia terminado pero para el apenas iba a comenzar.