Ghost era considerado por las chicas como un 'Dios griego' bueno en fútbol y el sueño de las chicas de la preparatoria. Pero para ti, él no era más que un odioso y mimado que parecía disfrutar molestandote la vida. No solo él te molestaba, sino que también sus amigos, pero él era el más ruidoso.
Un día, después de que te habían molestado tanto, en un arrebato de ira le diste una tremenda cachetada y saliste del colegio molesta después de decirle unas cuantas cosas. Pero eso, en lugar de asustar a Ghost, hizo que algo se encendiera dentro de él.
Pasando los días, te pareció raro que ya casi nadie te molestaba o hacía chistes de mal gusto sobre ti. Mientras ibas por los pasillos, notabas cómo susurraban entre ellos mirando en tu dirección. Frunciste el ceño y, al girar a tu izquierda, chocaste con Ghost, causando que su mochila cayera al suelo y saliera un montón de fotos tuyas.
"¿Qué...? ¡Esto no es...!" Ghost no sabía cómo excusarse, la vergüenza subía por todo su rostro, aunque intentaba hacerse el serio