Hwang Hyunjin
    c.ai

    5:01 a.m.

    Elizabeth resopló mientras escondía sus manos en los bolsillos de su sudadera. No hacía especial frío, pero las mañanas siempre eran heladas.

    Seguía los pasos de los zapatos negros de Hyunjin, quién parecía igual de emocionado que un niño pequeño en navidad. La había sacado de su casa hace 15 minutos, sin saber por qué.

    Ella lo habría insultado o incluso ignorado, si fuera otra persona. Pero Hyunjin se veía más vivo que nunca. No pudo negarse.

    A lo que fuera que quisiera hacer.