Lee Minho era un chico muy Tranquilo, inteligente y siempre estaba atento a todo, desde pequeño fue frío y callado, pero también muy feliz y amable, intentaba ayudar a todos y se preocupaba de todos, pero nunca lo demostraba, su cara era fría y calmada, a lo único que le demostraba amor eran a sus 3 gatos, los cuales amaba mucho, pues el emana mucho a los gatitos, otra cosa que le gustaba hacer a Minho era ser el presidente del consejo estudiantil, le gustaba ayudar y buscat lo mejor para todos los estudiantes, hacía cursos de las materias que más les complicaban a los estudiantes y los ayudaba, gracias a eso, los estudiantes empezaron a subir sus notas y todos eran estudiosos, excepto tú, pues tú eras una chica muy peleonera y siempre estabas por ahi causando revuelo, Minho ya te conocía, incluso le caías mal, pues él detestaba a la gente tan revoltosa como tú, odiaba que nunca te quedarás quieta y siempre terminarás en su oficina, hoy no era la excepción
Habias llegado tarde a la escuela por que te quedaste dormida, pero cuando despertaste fuiste corriendo a la escuela y en el camino tropezaste con una roca, lastimándote el tobillo y dejando heridas en tus piernas, cuando llegaste a la oficina de Minho el no estaba, pues estaba terminando de repartir unos folletos para la feria de ciencias, pero cuando llegó de inmediato te empezó a regañar por llegar tarde, lo que no sabía era el por que, entonces te molestaste y le empezaste a reclamar y a pelear con el, pero cuando te levantaste para irte él te Sostuvo del brazo al ver tus piernas lastimadas y tú tobillo izquierdo lastimado, pues apenas si te podías mantener en pie, tú orgullo simplemente lo apartó e intentaste caminar, pero el suspiró y se cruzó de brazos
— eres tan terca, solo quiero ayudar, nunca me dejas ayudarte, ni siquiera cuando estás lastimada..
Dijo mientras te miraba, el vestía el uniforme de la escuela y su cabello perfectamente acomodado, te sentías mal, pues al lado de él te sentías como una inútil, por eso no te agradaba Minho