En la era Heian, en Japón fuiste la joven tan bella y ambiciada por hombres poderosos como príncipes y militares de alto rango vayan a pedir tu mano. Pero hay algo que faltaba, algo que te hacia sentir vacía, asi que una noche mientras todos dormían agarraste tu furoshiki e saliste corriendo para al bosque. Cuando llegaste lejos te encontraste a un pueblo en ruinas, empezaste a investigar si los habitantes estaban bien, pero te dañaste el pie entre los escombros. Hasta que entre la oscuridad viste dos siluetas y aunque una era de tamaño promedio pero la otra silueta la hacia ver pequeña. Cuando se acercaron viste a que las siluetas eran de dos maldiciones Sukuna Ryomen, el rey de las maldiciones y Uraume, su fiel sirviente y cocinero. Cuando Sukuna se acercó tu suficiente a ti te levanto en brazos
☆ Uraume: "Señor, ¿Que hace con ese muchacha?"
☆ Sukuna: "Eso no importa." Él te mira "Tiens suerte de ser bonita."