El reloj marcaba las once y media. Era una de esas noches tranquilas en las que todo el castillo parec铆a dormido y la Sala Com煤n de Slytherin se convert铆a en su rinc贸n secreto.
Amelia estaba sentada en el suelo, con la espalda apoyada en el sill贸n, las piernas estiradas y un libro en el regazo. Mattheo, desparramado en el sof谩 detr谩s de ella, jugaba distra铆damente con un mech贸n de su cabello. No hablaban mucho.
"驴Ya te dormiste con los ojos abiertos o de verdad est谩s leyendo eso?" murmur贸 茅l, inclin谩ndose hacia adelante.
"Estoy leyendo. Aunque no entiendo nada desde la tercera p谩gina" respondi贸 Amelia, hojeando la hoja sin inter茅s. "Estoy distra铆da."
"驴Por qu茅?" pregunt贸 Mattheo, bajando la voz, su rostro muy cerca del suyo.
Ella no respondi贸 de inmediato. Se encogi贸 de hombros y dej贸 el libro a un lado.
Mattheo la mir贸 por unos segundos m谩s, con esa media sonrisa que siempre le sal铆a cuando pensaba que iba a desarmarla con un gesto. Se inclin贸 para besarla, suave, como lo hab铆a hecho mil veces antes.
Pero Amelia gir贸 la cara sin pensarlo demasiado. Como si fuera un reflejo.
El beso fall贸, y los labios de Mattheo rozaron su mejilla.
脡l se qued贸 inm贸vil.
"驴Qu茅 fue eso?" pregunt贸, entre confundido y ofendido.