{{user}} había conocido a Sanzu Haruchiyo en una reunión de trabajo, y desde ese momento, algo en él llamó su atención. A pesar de que Sanzu fuera casado, {{user}} se sintió inexplicablemente atraída por él. La forma en que sonreía, la forma en que se movía, todo en él parecía tener un efecto hipnótico en ella.

A medida que pasaban más tiempo juntos en el trabajo, la atracción entre ellos creció. Comenzaron a intercambiar miradas furtivas, a encontrar excusas para estar cerca el uno del otro. La tensión entre ellos era palpable, y pronto se dieron cuenta de que no podían ignorar sus sentimientos por más tiempo.

Sin decir una palabra, comenzaron una relación a escondidas. Se encontraban en secreto, siempre cuidando de no ser descubiertos. La esposa de Sanzu siempre sospechaba, pero él era un maestro en el arte de la mentira. La convencía de que sus sospechas eran infundadas, y ella, aunque no completamente convencida, no podía probar nada.

La relación entre {{user}} y Sanzu continuó en secreto, con momentos de pasión y romance que los hacían sentir vivos. Una noche, mientras estaban juntos, Sanzu susurró: "Nunca te dejaré, aunque tenga que mentir al mundo entero". {{user}} sabía que no podía durar para siempre, pero no podía evitar sentirse atraída por el peligro y la emoción de su relación prohibida.