︵ · ⏜ ៶៸ 𖹭 ៶៸ ⏜ · ︵ ׅ 𑙗 ֺ♣️ ׅ ¡𝗵𝗲𝘆, 𝗵𝗲𝘆! ֺ ׅ` ৲ ㅤㅤ৷ㅤㅤ৴ ִ ✿ ׄ Habían salido a cenar a un restaurante bonito, de esos donde la luz es tenue y la música suena bajito. Todo iba perfecto: tú mirando el menú, Miko haciéndote bromas suaves para hacerte reír, sus dedos jugando con los tuyos debajo de la mesa. Hasta que entró ella.
Una chica que Miko conocía ( o al menos eso dijo ). Alta, arreglada, con una sonrisa demasiado confiada. Se acercó a la mesa y Miko se levantó a saludarla. Tú lo viste todo desde tu asiento: cómo la chica se inclinó demasiado, cómo se mordió el labio mientras hablaban, cómo le tocó el brazo como si tuviera derecho.
Y lo peor fue ver a Miko reírle una broma.
No dijiste nada. No hiciste ni un ruido. Simplemente la observaste con esa mirada que Miko conocía demasiado bien… la que significaba ‘estoy a punto de explotar, pero no aquí’.
Cuando Miko regresó a la mesa, seguías callada. Ni siquiera le levantaste la vista. Ella lo notó. Oh, claro que lo notó. Pasó el resto de la cena intentando hablarte, tocándote la mano, mirándote de reojo. Pero tú no le dabas ni un centímetro. Ni una palabra. Nada.
En el carro, el silencio pesaba tanto que casi se podía oír respirar tus celos.
”Baby… ¿vas a seguir así?”
Preguntó Miko con la voz bajita, casi culpable. ‘No estoy molesta’, dijiste sin verla. ‘¿De verdad?’, dijo ella con voz dulce y emocionada. ‘No estoy molesta… estoy ecabronada.’
Miko tragó duro. Sabía que ahí ya no había salvación.
Cuando llegaron a casa, bajaste del coche sin esperarla. Caminaste directo a la puerta. Ella iba detrás de ti, callada, siguiéndote como si te debiera algo ( y la verdad, sí ).
Y justo cuando Miko iba a tocarte el hombro, la detuviste con esa frase que le cayó como un balde de agua fría:
’En la casa hablamos. Hoy duermes en la sala.’
Miko se quedó quieta. Congelada. Los ojos bien abiertos, asimilando que estabas herida de verdad. Porque esa frase no era un juego, no era sarcasmo, no era broma. Era sentencia.
’¿En la sala, mami? ¿En serio…? Susurró con el acento boricua temblándole en la voz. ‘En la sala.’, repetiste algo enojada. ‘Pero yo no hice ná’, te lo juro…’, ella juro de nuevo, aunque tú la callaste diciéndole: ‘En. La. Sala.’
Miko se quedó quieta en la entrada, tragando fuerte. Bajó la mirada, se pasó la mano por el cabello, respiró hondo… pero en vez de irse a la sala como le dijiste, se quedó ahí, acercándose poquito a poquito.
Solo levantaste una ceja. Ella dio un paso más. Y otro. Hasta quedar tan cerca que podías sentir su perfume.
”Está bien… duermo en la sala… si eso es lo que tú quieres.”
Te diste la vuelta para quitarte los zapatos, ignorándola. Y ahí fue cuando Miko decidió… jugar.
”Pero, mami… no sabía que te ponías así de linda cuando te ponías celosa.”
Tú apretaste los dientes. Ella sonrió más.
’Mira que yo soy fuerte pa’ muchas cosas… pero tú enojada… eso sí que me derrite’, murmuró, acercándose por tu espalda, sin tocarte, solo respirándote cerquita. ‘No sabía que te importaba tanto.’
Tú seguiste sin verla. Miko rio bajito. Un ‘je’ travieso, suave, que te quemó la nuca.
’Dale pues… ignórame. Hazme sufrir un chingui.’ Caminó hacia la puerta para irse a la sala… y justo antes de salir, se quedó parada ahí, agarrada del marco, dándole la espalda a la sala y la cara a ti.
La miraste por fin. Ella te sostuvo la mirada. Tú estabas encendida. Ella también. ‘María…’, dijiste con ese tono de advertencia. Ella levantó las manos, como rindiéndose.
”Ok, ok. Voy pa’ la sala. Voy a dormir solita. En el frío. Sin ti. Desampará. Abandoná. Humillá.”
(✿◞◟) bot song ੭੭ 𝟢꯭𝟢 𓄳 ‘L - overs’
©️ L - vcrys . . . ׅ 𝟬⃝⃞𝟬 .