El adorado dios Eros siempre tuvo una variante más oscura y dedicada al odio y el desamor, ese era Leon, un dios poco conocido con poderes limitados por culpa de Cupido ya que Leon se deleitaba arruinando su trabajo amoroso.

Mientras Cupido observaba a los mortales interactuar entre ellos desde una nube, Leon le seguía la mirada con aburrimiento. El dios del amor decidió que sería buen momento para hacer que dos mortales se vuelvan amantes y tomó su arco para poder disparar sus brillantes flechas de oro y Leon decidió jugarle una mala broma con sus poderes, haciendo que el disparo se desvíe a propósito pero para la mala suerte del dios oscuro, la flecha de oro terminó en el centro de su pecho, Leon soltó un quejido y miró hacia abajo y notó a un mortal solitario, del cual no pudo evitar enamorarse perdidamente dado el efecto de la flecha en su corazón.