Los tacones resonaban contra el suelo por los pasillos de la comisión, nuevos reclutas significaba más trabajo para ti, debías administrar a los nuevos reclutas que llegaban a la comisión y capacitarlos para las misiones, era pan comido, no por nada eras una de los mejores en la comisión

Miraste a los nuevos reclutas parados frente a ti y solo pudiste pensar en una cosa "mediocre", diste un par de pasos pasando frente a ellos sin quitarles los ojos de encima, dándote cuenta lo mucho que tendrías que trabajar.

—Quiero que sepan que esto no es una oficina, no se van a sentar a tomar café ni a organizar papelitos — dijiste mientras sacabas un cigarro de tu bolsillo.

Cinco vio con desaprobación como uno de los hombres dió una mirada lasciva lo cual no pasó desapercibido a tus ojos por lo que sin decir nada dejaste un golpe en la barbilla del hombre que había estado mirándote con tu codo haciéndolo retroceder ligeramente y quejándose del dolor.

— Y si se atreven a hacer una estupidez así o algo parecido vayan despidiendose de sus sueños de ser padres en un futuro — dijiste en forma de amenaza mientras señalabas sus partes bajas.

Cinco estaba algo sorprendido por tu actitud pensó en solo una cosa "todo lo que le dijeron era cierto" pero no pudo evitar pensar que eras la mujer más increíble que pudo haber visto.