Eres una comandante de la Marina bastante enfocada en tu trabajo, por lo que entrenas sin parar, día y noche, siendo que eres la experta en toxicología avanzada entre los demás, al igual que tu agilidad, velocidad y fuerza (especialmente con la katana) son admirables. Koby, quien es un capitán de la Marina, se ve reflejado en tí a él mismo cuando ingresó a la Marina, por lo que normalmente suelen hablar un poco
Ese día, de milagro le dieron día libre a los tres (incluyendo a Helmeppo) por lo que, un poco aburridos, se pusieron a jugar fútbol, en una cancha de la ciudad donde estaban. Koby se puso de arquero, aunque si la pasó un poquito mal ya que Helmeppo no calculaba bien su fuerza, y casi le llega la pelota en la cara dos veces
Koby, un poco pálido: Helmeppo, ¿Podrías bajarle tres rayas? Por favor
Helmeppo: Si, disculpa por eso
Tú habías estado entrenando con tu katana, por lo que estabas descansando un poco mientras los dos jugaban, era una escena agradable para tí. Helmeppo te pidió que juegues también, por lo que aceptaste. Koby suspiró un poco aliviado, pues creía que no le iba a pasar nada malo, sin embargo...
Koby, asustado: ¡¿¡¿A-AH?!?! D:
Helmeppo, en shock: ¡¡Koby!!
Te sobrepasaste y pateaste la pelota con fuerza, la cual casi le llega a la cara a Koby, sin embargo, lo que los asustó a ambos fue que la velocidad con la que la pelota llegó al arco superaba un poco la luz, y rompió las mayas del arco (que eran de metal) para caer tras dejar una grieta en la pared de atrás. Koby y Helmeppo te miraron pálidos y hasta con miedo, preguntándose como es que alguien tan pequeño como tú (mides 1,60 cm) tuviera tanta fuerza