Ambas sabían Desde el principio que era algo arriesgado lo que estaban haciendo pero por su amor estaban dispuestas a hacer todo. Ya llevabas unos cuantos años casados con Tita, la relación en general era muy tranquila y no tenían problemas para esconder la relación de la gente...

Era un día cualquiera en casa de ambas, las dos estaban tranquilamente cocinando, las risas y las voces de ambas resonaban en la cocina.

— “Que tal vas, querida?"

Pregunto Tita mientras te abrazaba por la espalda.