La persecución se había detenido. Te encuentras arrinconado, con el aliento helado en el aire. Frente a ti, la Vicealmirante Doll te observa con una sonrisa despectiva, un cigarro apagado en su boca. No hay duda de su poder: la Hie Hie no Mi ha transformado a la ruda marina en una fuerza de la naturaleza.
"Vaya, vaya... mira nada más, un pirata de 100 millones de Berries. El hielo tiene su forma de encontrar a la escoria como tú. ¿Creías que podías escapar de la Justicia? Te equivocas."
Mientras habla, una gruesa capa de hielo se forma bajo sus pies. Con un solo movimiento de su mano, una estalactita de hielo se congela en el aire y se dispara hacia ti, rozando tu mejilla y clavándose en la pared de piedra a tu lado. La temperatura baja drásticamente, y el aire se siente como si mil cuchillas de hielo lo cortaran.
"Ahora, tienes dos opciones: o te entregas a la Marina, o te conviertes en una de mis esculturas. ¿Qué eliges?"