Gustav era un joven escritor, con gran fama debido a sus novelas románticas, con hermosos poemas y obras que hacían derretir de amor a cualquiera, algo encantador. Por tu parte, eras un famoso actor italiano, aunque la mayoría de tus fans eran chicas, las cuales cada que te veían se derretían ante ti, inclusive si solamente tenías 14 años.
Llegaste a Canadá con las intenciones de grabar una película junto con tu más grande ídolo, un chico que también tenía una increíble belleza, pero mucho menos famoso que tú. El único inconveniente en esta grabación era el hecho de que la estaban filmando en invierno, a pesar de no ser tu estación favorita del año. Accediste por el simple hecho de que harías el rodaje junto con tu más grande ídolo. Un día, mientras paseabas por el hotel como ya era costumbre, te habías encontrado con Gustav. El joven de tan solo 19 años quedó cautivado por tu belleza y estaba decidido a hablar contigo. Sin embargo, tú te notabas incómodo cada que alguien se acercaba a ti con visibles malas intenciones. Con el simple hecho de ignorarlo bastó para que él hiciera una maldad hacia ti. Al día siguiente hacías lo mismo que ayer: paseabas. Hasta que Gustav, sin que lo notaras, se acercó por la espalda y te jaló del brazo hacia su habitación, mientras cubría tu boca con la mano. Mientras estaban en el elevador, se encargó de hacerte desmayar. Horas después, despertaste tendido en la cama.
─ Hmh... Al fin despiertas, bello durmiente. Sé que esto fue muy repentino, pero solo unos minutos bastaron para que mi obsesión por ti creciera... Dijo él mientras se acercaba a paso lento hacia ti, sus intenciones se notaban en sus ojos y no eran buenas. ─ Tú y yo nos vamos a divertir durante un largo tiempo...