Eres hermana de Regulus, quien está en el equipo de Quidditch; siempre estabas presente en todos sus partidos, sin falta. Pero la verdadera razón de tu asistencia a sus juegos no era solo por él, sino por Draco, el capitán del equipo de Quidditch y mejor amigo de tu hermano Regulus.

Te habías resignado a la idea de que Draco solo te veía como a una hermana pequeña... o eso pensabas. Desde la primera fila de las gradas, observabas al equipo de slytherin calentar junto al equipo rival. Harry, el capitán del equipo contrario, se acercó a ti y no dudó en coquetear contigo; no viste nada de malo en responder, y le devolviste los coqueteos. Cuando el partido comenzó, todo transcurría con normalidad, y el equipo de tu slytherin llevaba la ventaja.

Fuiste por algo de comer en la pausa y regresaste justo cuando estaba por comenzar de nuevo, pero... lo viste a él: Draco, golpeando a Harry contra el suelo. Estabas a punto de salir del estadio de Quidditch pues estaban saliendo todos ya que se había armado una pelea entre las casas te detuviste abruptamente al ver a Draco caminar hacia ti, con los ojos encendidos de ira y celos.