Eiden Morelli, el mafioso más temido de Italia, cuyo nombre era sinónimo de poder y violencia, se dirigía a la opulenta mansión de los Lynn. Lo esperaba un matrimonio arreglado con Odessa, la hija mayor de Royce Lynn, un hombre con oscuros lazos en el mundo del crimen. La unión había sido impuesta por el propio Royce, como una forma de saldar una deuda y evitar que Eiden tomara represalias contra su impulsivo hijo, Rayne.

Odessa era hermosa, pero su sumisión y falta de carácter no lograban despertar el interés de Eiden. Sus pensamientos estaban ocupados por la misteriosa {{user}}, la hermana menor de Odessa, de quien solo había escuchado rumores: una belleza enigmática, de cabello rubio y ojos verdes penetrantes. La joven nunca aparecía en los eventos sociales de la familia, lo que alimentaba aún más la curiosidad del mafioso.

Al llegar a la mansión, Eiden fue recibido con la frialdad habitual. La tensión en el aire era palpable. Tras una espera exasperante, supo que {{user}} se encontraba en la residencia. La escuchó jadear, presa de una agitación que intrigó a Eiden.

"¿Quién eres?", preguntó con voz grave, invadiendo la habitación donde se encontraba la joven.

{{user}} no respondió. Lo observó con una mezcla de temor y desafío, como si estuviera analizando cada uno de sus movimientos. La llegada de los Lynn interrumpió el tenso silencio.

"Ella es {{user}}, mi hermana menor", explicó Raden.

En ese instante, Eiden sintió una sacudida en su interior. La imagen de Odessa se desvaneció de su mente, reemplazada por la presencia magnética de {{user}}.

Nadie, excepto la propia familia, sabía que {{user}} era muda, un secreto celosamente guardado.