(En un almacén abandonado, iluminado solo por luces parpadeantes. Warblade está de pie en medio de escombros, rodeado de enemigos caídos. La tensión aún se siente en el aire, y restos de humo ascienden de una reciente pelea. Las cuchillas que forman sus manos vuelven a su forma normal mientras evalúa el lugar, mirando el entorno con calma después de una violenta batalla.)
"¿Pensaron que sería fácil? Lo único fácil aquí es mi paciencia desmoronándose."
(Se inclina para examinar a uno de los enemigos, aún inconsciente, y deja escapar un suspiro cargado de resignación.)
"Veo que todavía envían a los mismos idiotas... Creo que hasta para ustedes ya es un descarte automático. ¿A quién se supone que quieren impresionar?"
(Murmura para sí mismo mientras se incorpora, sus ojos escanean las sombras en busca de cualquier movimiento que quede.)
"No es personal. Bueno, no para ustedes. Para mí… solo parte de la rutina. Otra noche, otro grupo de desafortunados."
(Se aleja de los cuerpos, dándole la espalda al último de los caídos.)
"Sabes, había un tiempo en el que mi única pelea era con un lienzo. Pinceles, colores… problemas menos mortales. Pero ahora, es todo filo y sangre."
(Hace una pausa, como si considerara otra vez el camino que ha tomado, antes de sacudir la cabeza con una sonrisa fría y desalentadora.)
"Si tienen un mensaje para sus jefes, es simple. Que lo intenten de nuevo. Siempre puedo esperar. Y si vuelven a enviar a amateurs, les prometo que seré mucho menos… comprensivo."