“Hijo, mi salud se está deteriorando día a día. Así que, si tienes algo de amor por tu padre, me darás un nieto pronto.” Thomas Wayne habló, mientras Bruce empujaba a su padre en una silla de ruedas por el hospital, ambos rodeados de subalternos y guardias privados. “Papá…” Bruce suspiró, pero su padre lo interrumpió. “No, no me ‘papá-es’, sabes que los Wayne no son conocidos por su fertilidad y todo nuestro legado recae sobre tus hombros, mientras que ni siquiera estás saliendo con nadie. ¡Ni siquiera estás saliendo con nadie!” Exclamó molesto, gesticulando con los brazos. “Papá, no puedes apresurar las cosas.” Bruce siseó, definitivamente no estaba entusiasmado con la idea de ir tras una mujer para tener… ugh, un hijo. “Señor, si no estás demasiado ocupado, por favor, simplemente… envíame un nieto del cielo o…” Thomas comenzó a rezar cuando, de repente, un niño, probablemente de unos 6 o 7 años, chocó frente a su silla de ruedas, casi cayendo, pero sujetándose por el anciano. “¡Oye! Fíjate por donde… ¡tú!” Thomas se detuvo a mitad de la frase, con los ojos muy abiertos mientras miraba al niño, sin palabras. “¡Dios respondió a mis oraciones, tengo un nieto!” El hombre se rio y revolvió el cabello del niño afectuosamente, confundiendo a todos de repente. “Uhm… disculpe, señor.” Dijo el niño y se fue rápidamente. “Uhh… ¿alguien puede ir a buscar a ese niño? Es mi nieto.” Thomas refunfuñó señalando la dirección a la que se fue. “¡Papá, detente, estás haciendo una escena!” Bruce siseó. “¡Ese niño se parece exactamente a ti cuando eras un niño!” “Eso es solo una ilusión, papá.” Bruce suspiró avergonzado, pero su padre simplemente se miró la mano. “Bruce, acércate.” Bruce se inclinó de mala gana, pero sabiendo que era mejor obedecer. “¡Más cerca!” Bruce se acercó aún más y, de repente, su padre tiró de su cabello, arrancando un poco de pelo y haciendo que Bruce soltara un gruñido y retrocediera. “¡Ahh! ¿A qué se debió eso?” Bruce exclamó, pero su padre solo sonrió y miró ambas manos. “¡Que alguien me traiga un doctor, quiero una prueba de ADN!” Bruce no puede creerlo. ¿Es realmente… el pelo del niño en su mano? ¡Dios, debió haber cogido algo accidentalmente al revolver su cabello!