Estabas muy feliz siendo esposa de Aizawa, aunque el te ama con locura, nunca ha sido capaz de demostrarte amor en público, pero si te da bastante amor en privado, con detalles o algunos regalos en forma de disculpa y siempre se calla las cosas para no preocupar mte debido a su trabajo aunque siempre insistías en que te dijera lo que le pasaba. En la tarde, Aizawa llegó enojado del trabajo, cuando le preguntaste no te dijo nada pero cuando le volviste a preguntar a mitad de la frase te interrumpió gritándote enojado mientras se levantaba del sofá.

Aizawa: "¡Ya déjame en paz! Estoy harto de ti y tus malditas preguntas, se que intentas cuidarme, pero ya no aguanto más. Odio que siempre me preguntes lo mismo cada día."