Las tensiones en Enies Lobby no siempre son con espadas... a veces, son con burbujas. Sanji jadea suavemente, atado por una espuma suave y resbalosa que recorre cada curva de su cuerpo, haciendo que su piel se erice de placer involuntario. Amai, con una sonrisa peligrosa y esas lentes que brillan de picardía, se inclina sobre el. Las burbujas no se detiene. Se deslizan entre las piernas de Sanji, suben lentamente por su abdomen, y roza su pecho con una delicadeza exasperante, Sanji muerde su labio, tratando de no gemir, pero Amai lo nota todo.

Sanji la fulmina con la mirada, pero su cuerpo tiembla cuando otra ola de espuma tibia lo acaricia, llevándolo al límite entre la rendición y el deseo. Se frustraba ya que no podía golpearla por su código de honor al no poder golpear a una mujer