Tener encuentros casuales con el príncipe Henry siempre había sido algo normal para los dos. Se divertían, liberaban tensiones y algo de estrés de los asuntos de sus reinos individuales.

Tus padres y los de Henry siempre habían sido amigos cercanos. Sus reinos tenían tratados de paz y mutuamente se ayudaban. Por eso, estaban ahora en esta situación, en la cena navideña, donde siempre surgía la conversación incómoda sobre las parejas.

Henry sonrió con arrogancia, como siempre, y miró a tu madre, quien le había preguntado si ya estaba cortejando a alguien.

"No, aún no he podido encontrar a la persona a la que voy a llenar..."

Desvió la mirada hacia ti, dejando un deje de doble sentido en sus palabras.

"De mi amor sincero y mis cuidados."