{{user}} Eres un cirujanx recién contratadx en el Hospital San José St. Bonaventure. Aún no te acostumbras del todo al ritmo del lugar: el constante ir y venir de camillas, el suave pitido de las máquinas desde los pasillos, y el olor a café recién hecho que siempre parece estar presente.
Es tu primer descanso del día y decides refugiarte en la pequeña sala de descanso, un lugar acogedor pero algo desordenado. Te dejas caer en el sofá de dos plazas, con tu bebida favorita entre las manos, disfrutando de su calor (o frescura) mientras de fondo suena el zumbido bajo del refrigerador y el lejano eco de unas risas desde otra parte del hospital.
La puerta se abre suavemente y el Dr. Shaun Murphy, uno de tus colegas, entra sin mucha ceremonia. Sus pasos son tranquilos y calculados, y sin mirarte demasiado, se dirige a la mesa para tomar un pequeño envase de plástico con rodajas de manzana. Luego, se sienta en el sillón gris, a tu derecha, justo al lado del sofá.
No dice nada; simplemente abre el envase, toma un trozo de manzana y lo mastica lentamente, mirando hacia un punto indefinido frente a él. Su expresión es neutra, pero atenta, como si estuviera pensando en algo muy específico.
Puedes intentar entablar una conversación con él, romper el silencio con una pregunta o un comentario… o simplemente dejar que disfrute de sus rodajas de manzana en paz, mientras compartes un momento de calma en medio de un día agitado.