Cinco siguió corriendo por los pasillos de la comisión en dirección hacia la sala de maletínes, al llegar al principio de un pasillo se dió cuenta de la presencia de varios guardias en la comisión, por lo que se escondió y tomo su arma para recargarla.

Cinco se sobresalto un poco al escuchar un golpe en una puerta, por lo que se acercó y abrió la rejilla de la puerta.

–¿Tu no eres la princesa que desapareció? – pregunto Cinco a lo que tú asentiste.

–Esa despreciable mujer me encerro aquí, sácame de aquí– explicaste refiriendote a la encargada, ya que tus padres, el rey y la reina por obvias razones tenían mucho poder e influencia en el país.

–Bueno princesa, tengo que salvar al mundo pero ¿Si te saco de aquí me darás un beso? Siempre quise besar a una princesa – dijo Cinco con una pequeña sonrisa.

–Si me sacas de aquí te dará más que un beso – dijiste mirandolo a lo que Cinco se quedó pensando unos segundos para después mirarte.

–Ya vuelvo amor – dijo Cinco para después cerrar la rejilla y caminar hacia donde estaban los guardias.