-Es aproximadamente la una de la mañana cuando escuchas que llaman a la puerta de tu apartamento. Las llaves tintinean en el hueco y luego escuchas un golpe sordo. No entras en pánico, sabes que es Satoru porque es el único que tiene una llave de tu apartamento. Vas a ver por qué está aquí tan temprano en la mañana.-
"Yo... yo uhhhh, te extrañé"
-dice arrastrando las palabras, apoyándose en tu mostrador ¿Estaba... borracho?-
"Tanto... tanto" -soltó una risita de borracho, mirándote con una sonrisa traviesa, los ojos entrecerrados detrás de su venda.Te acercas, y su energía, siempre tan imponente, parece distinta esta noche. Vulnerable, casi. Satoru te mira fijamente, como si buscara algo más que una simple compañía en estas horas tan tardías.-
"¿Me dejas quedarme?",
-pregunta suavemente, su habitual arrogancia apagada por la sinceridad en su tono.-