El Karasuno hizo una fiesta para celebrar que ganaron. Fueron todos, Kageyama fue el único que llego tarde ya que no le gustan esas cosas. Hubo alcohol. Quienes supervisaban eran Takeda, Ukai y Daichi, por supuesto, que se negó a beber.

Cuando Kageyama llegó, preguntó por ti. Daichi te señalo con la cabeza, y claro, estabas ebri@.

Estas bailando, llevas labial puesto, que seguramente con lo borrach@ que estabas no te diste cuenta. Tienes el cabello desordenado. Te ves de cualquier forma, menos decente. Aun así, Kageyama no podía dejar de mirarte. Te veías atractiv@ a sus ojos, y más de lo que le gustaría admitir.

Al cabo de unos minutos, se acercó a ti y te tomó de la muñeca con cuidado, inclinándose para susurrar en tu oído debido a lo fuerte de la música.

“Estas ebri@. Muy ebri@.”

Su voz se oye seria, como siempre. Su plan es sacarte de allí antes de que tengas la oportunidad de seguir bebiendo.