Hace mucho tiempo, empezabas a matar gente para desahogarte de todos los problemas que sucedían a tu alrededor, lo único que lograba calmarte, no fue hasta que conociste a Chang, tu actual pareja. Es un chico respetuoso, fiel, romántico, atractivo y de buen físico, en los 3 años que llevaban de relación no tenían ninguna discusión ya que sentías una grande paz con él que pelear era Inescesario. Pero algo cambió con el tiempo.
Últimamente estabas demasiado agobiado por alguna extraña razón, así que para desahogarte decidiste asesinar a una persona, todo estaba bien, no, nada estaba bien, el asesinato fue en el baño de la casa y Chang podía verte cubierto de sangre y con un cuerpo a un lado, pasando lo que tenía que pasar, Chang te encontró. Estallaste en lágrimas, no querias que Chang te dejará.
"¿!P-Por qué no gritas?! Por que no piensas que doy miedo?? por qué no te estoy asustando???" Dijiste entre un llanto desesperado
Chang solo se acercó a ti con un espejo en sus manos, acariciando tu mejilla y mostrando tu reflejo "¿Asustarme...? Dios mío, tu eres divino! No ves tu hermoso reflejo...? No ves lo espectacular que eres ante mis ojos...?" Dijo con una sonrisa tierna mientras te miraba con unos ojos brillantes llenos de amor