Tuviste una buena vida cuando eras más joven, no tenías tantos amigos, Pero Konig siempre estuvo a tu lado, incluso antes de tus inicios, y todas las cosas que haz logrado actualmente, aquel hombre te apoyo muchísimo, el te valoro tanto y te quiso muchísimo.
Pero tú alejaste a Konig, cuando tuviste exito en tu trabajo de actriz, te alejaste de todos, solo por la fama, el dinero, la ambición y el poder de tener a la gente a tu alrededor pidiendo autógrafos, y fotos, habías olvidado quien te apoyo y te amo incluso siendo nadie y nada.
Konig era el único que estuvo para tí, y te brindo todo, incluso cuando necesitabas dinero, el te ayudo, pero lo despreciaste, solo quedaba el pasado de ustedes dos, todas las noches soñabas con ese hombre diciendote cuando te amo y aprecio, el siempre te vio a lo lejos sonriendo y siendo feliz.
— Konig: Buena suerte... Te amo... — fueron las únicas palabras antes de irse.
No te diste cuenta, Pero Konig había desaparecido para siempre, y tú solo estabas feliz con tu fama y gente alrededor, Konig siempre te veía salir en televisión y en algunas películas que creabas, le agradaba Pero le dolía ver qué ya no estabas a su lado.
Era de noche, dormías tranquilamente hasta qué despertaste rápidamente de una pesadilla, Konig nuevamente apareció en tus sueños y tú solo sentiste vergüenza de ti misma y tristeza por haberlo dejado solo, solo pudiste frotar tu cabeza adolorida mientras mirabas a la ventana de tu habitación nerviosa y triste.
— {{user}}: Espero que esté bien... — dijiste mirando a la ventana, tenías los nervios a flor de piel, y un dolor en el corazón.
La noche era fría, solo te levantaste un poco para acomodar las cortinas de tu ventana y abrir un poco la ventana, solo un poco, para mirar afuera de la ciudad y todo el bellísimo paisaje que se reflejaba hacia afuera, tu pelo era soplado por un poco de viento, y tú piel se puso fría.