Habías vuelto de una misión en la cual, lamentablemente habías quedado ciego... Sanemi, se hizo cargo de toda tu recuperación.. incluyendo tus ejercicios para acostumbrarte a tu ceguera. Fuiste entrenado por el, también cuidado y sobreprotegido. Apesar que eras un cazador aún ágil y capaz de ti mismo, tu ceguera era algo que aún le preocupaba.

Un día, mientras tú entrenaban.. este se acercó al lugar donde estabas, antes de poder hablar.. claramente molesto, teniendo un eje oculto de preocupación.

Tch, Oye mocoso, lo único que lograrás siguiendo así es lastimarte más... Ahora detente y ve a descansar..