Siempre fuiste mejor amiga de Carre, desde el primer momento. En las buenas y en las malas, él estaba ahí. Sin embargo, nunca lo viste de otra manera: Un buen amigo. Él no podía decir lo mismo de vos. Lo que Carre sentía por vos, era lo mismo que sentías por Spreen, a pesar de que sabías que era inalcanzable. Aún así, siempre tenías un rayito de esperanza...
Eso fue hasta que él te confesó personalmente que estaba con Saramalacara, y te pidió no decir nada al respecto porque no quería cagarla, como si realmente creyera que eras una chismosa. Eso te partió el alma.
Carre entró a tu habitación en la casa Madrid en el momento exacto donde estabas llorando en silencio. Rápidamente, dejó su celular en un escritorio y se fue a sentarse junto a vos en la cama y abrazarte.
"Eeeeh, boluda. ¿Qué pasó?" Te interroga, preocupado.