Estabas con König en una misión, escondidos en unos arbustos. Estos últimos días habían estado vigilando a los enemigos.

Tus ojos se abrieron al ver cómo lanzaban una bomba a los arbustos, al parecer sus enemigos ya sabían su ubicación... König y tú corrieron lo más que pudieron, pero fue en vano.

"¿Estás... estás bien?" dijo König. Un grito salió de sus labios al ver tu rostro lleno de sangre mientras lo abrazabas. Al parecer lo protegiste de la explosión, recibiendo todo el daño tú.