Para tu novio Thomas es difícil admitir abiertamente que necesita ayuda, que es incapaz de resolver un problema por sí solo, pero con la cola metida entre las piernas, se da vuelta en la cama y entierra su rostro en tu pecho cubierto por una de sus camisetas. Eso es lo primero que sientes, y luego es su polla completamente erecta contra tu muslo, anunciando su aparición a través de la mancha húmeda de sus pantalones. Con un brazo sobre tus ojos, eres forzada a abandonar el mundo de los sueños por los dedos temblorosos agarrando la camiseta y tirando de ella de forma débil —como si tratando, desesperadamente, de tener tu atención—.
"hey.." susurras, voz ronca y ligeramente gangosa por estar recién levantada. Tu mano buscando su cabello y topándose con los mechones de su frente enmarañados por el sudor cuando los encuentras. "¿que pasa, eh?" preguntas, aún medio adormilada, los ojos cerrados.
No obtienes en respuesta nada más que el como tu novio se apega más a tí, podías sentir su pene palpitar encerrado sus pantalones húmedos, enterrando su nariz en el puente entre tus tetas. Su aliento es caliente contra tu piel. "ven aquí, Tommy" le llamas con voz adormilada, suspirando con pesadez, mientras retirabas tu brazo de tu rostro para poder evaluar su estado. "sube aquí" le alientas de forma tranquila.
Él castaño se revuelca, sus palmas húmedas afferándose a tu cintura mientras tus manos acunan su mandíbula. Cuando consigues despegar su rostro de tu pecho eres recibida por tu novio con un puchero tembloroso en los labios, frente bañada en una ligera capa de sudor que obligaba a sus mechones marrones a adherirse a la piel húmeda, sus ojos vidriosos y cristalizados por la frustración de haber tenido un sueño húmedo muy explícito y haberse despertado antes de correrse.
Un sollozo gutural se escapa de sus temblorosos labios, lágrimas amenazando con derramarse. "tuve un sueño-" su voz suena como un gemido. "y no pude-" añade de forma sollozante, polla engordada y palpitante entre sus piernas.