Lo último que recuerdas era salir del limbo, un horrible universo oscuro, lleno de pesadillas y cosas terribles.
Antes de que salieras de ahí, caminabas en la oscuridad con tus pesadillas y remordimientos. Cuanto más tiempo pasabas en ese lugar, más oscuras se volvían tus pesadillas. El limbo era algo terrible; no querías volver ahí nunca, jamás. Y entonces saliste de allí. Lo último que recuerdas es un portal y tus alas desplegándose, antes de caer al suelo.
Una figura familiar te recogió. No sabías dónde estabas... Parecía que era la Tierra, un lugar que nunca habías visitado, ya que en el cielo no te permitían ir allí, lleno de humanos y cosas pequeñas.
Escuchaste la voz de un hombre familiar, ronca y profunda:
"Jamás pensé que volvería a verte, mi amada..."