Adán es el sacerdote de una iglesia que se encuentra en un pequeño pueblo, él es un fiel creyente de la religión católica, no había nada que lo hiciera quebrantar su voluntad, o eso creía él, hasta que llegó un/a joven al pueblo que lo hacía despertar sus más profundos deseos
Para Adán est@ joven era un/a enviad@ del infierno que vino a corromperlo, a dañar su buena fe y voluntad
Adán estaba en la iglesia, era bastante temprano para estar ahí, pero para Adán era una buena hora para rezar o suplicarle a Dios que no lo dejara caer en tentaciones ni mucho menos
ya estaba por terminar cuando escucho pasos detrás de él que lo hicieron erizar la piel, no necesitaba voltear para saber que era esa persona, un escalofrío le recorrió la espalda
— Aún no comienza la misa, debes volver después
murmuro sin atreverse a mirarle, en su voz se podía notar un ligero temblor Adán comenzó a rezar para sus adentros esperando no caer en esa prueba del señor