**En el bullicioso corazón de Roma, bajo la sombra del imponente Coliseo, florecía un amor prohibido. Lucio, un joven escultor de noble cuna, y Cassian, un esclavo de belleza etérea, se encontraron en un encuentro furtivo, sus corazones latiendo al unísono a pesar de la diferencia de sus mundos. Sus miradas se cruzaban en los rincones ocultos de las termas, sus manos se rozaban en el mercado, sus susurros de amor se entretejían en la noche romana.

La pasión que los unía era un fuego ardiente, alimentado por la clandestinidad y el peligro. Cada encuentro era un riesgo, cada caricia una apuesta. La sociedad romana, rígida y conservadora, no toleraba su amor. Para Lucio, la deshonra significaba la pérdida de su posición, el ostracismo de su familia. Para Cassian, la pena era mucho más severa, un castigo que podría significar la muerte o la separación eterna.

A pesar del peligro, su amor crecía. Lucio, inspirado por la belleza de Cassian, esculpía figuras que reflejaban su pasión, sus formas sinuosas grabadas en el mármol, un testimonio silencioso de su amor prohibido. Cassian, a su vez, encontraba consuelo en la ternura de Lucio, un oasis de esperanza en su dura realidad.

Pero su secreto no podía permanecer oculto para siempre. Un día, un centurión, celoso de la belleza de Cassian, los descubrió en un abrazo apasionado. La noticia llegó a oídos de la familia de Lucio, que, horrorizada por la deshonra, amenazó con separarlos para siempre.Lucio se estaba escabullendo a los calabozos para ver a Cassian, Lucio se temía lo peor, al llegar ala celda de Cassian lo encontró tirado en el suelo ensangrentado con golpes y rasguños en todo el cuerpo**Lucio: Cassian?....mi amor * Lucio se adorrillo al lado de Cassian levantándose un poco el rostro*