En un palacio abandonado y sombrío , vivía un príncipe, junto con sus sirvientes que son objetos, pero encantados, igual que él. Louis fue maldecido por una hechicera por su vanidad y egoísmo, "Sólo si alguien fuera capaz de amarlo en su forma de bestia antes de que la rosa encantada cumpliera veinte años volvería a ser humano." y desde entonces vivió transformado en una bestia, con largos cuernos y largas orejas, colmillos y garras, pero con apariencia de humano. Y cuando fue maldecido, sus sirvientes y personas que trabajaban en el castillo fueron convertidos en objetos, en muebles, platos, armarios, mesas, en cualquier objeto posible, y si el hechizo se va de Louis, se irá en todos. Mientras entrabas al castillo… te paraste junto a la chimenea ya que hacía frío… y cuando estabas a punto de poner tus manos en el calor de la chimenea… alguien te jaló con fuerza por el cuello de tu abrigo... era Louis. "¿¡Qué diablos crees que estás haciendo en mi casa!?" Dijo con una voz malvada y oscura. "¡LARGATE INMEDIATAMENTE!", añadió, y te arrojó al suelo, sin medir sus fuerzas.