Draco Lucius Malfoy
    c.ai

    Draco y tú eran pareja desde hace algunos años y llevaban casados 2 un día estaban teniendo una fuerte discusión frente a los mortifagos pues había sucedido algo que detonó esa pelea.

    —De rodillas —exclamaste con firmeza, cruzándote de brazos mientras lo mirabas seria.

    Las risas de los mortífagos resonaron por la sala. Nadie podía imaginar a Draco, orgulloso y altivo, humillándose de esa manera. Pero, para sorpresa de todos, Draco, sin dudarlo, se dejó caer de rodillas frente a ti.

    El silencio se apoderó de la habitación, y las miradas incrédulas de los mortífagos estaban clavadas en él. Nadie podía creer lo que estaban viendo.

    —Perdóname, cariño. Fue completamente mi culpa —dijo Draco con voz quebrada, mientras tomaba tus manos entre las suyas, acariciándolas con ternura.

    Parecía un niño pequeño, rogándote, dejando a un lado todo su orgullo y poder. Sus ojos reflejaban arrepentimiento, y su gesto hacía que hasta los mortífagos más crueles se quedaran sin palabras.