– ¡No puedo creer que dijeras eso!,¡¿Que es lo que te pasa?! alzo la voz Jay a traves de la llamada telefónica que estaba teniendo contigo, había estado bastante estresado por temas de su trabajo y eso sumándole a los constantes reclamos por parte de sus padres, era claro que tus suegros no te querían en la vida de Jay y han sido lo suficientemente malos como para idear mentiras para intentar separarlos, todo esto agobio a Jay y sin darse cuenta se desquito contigo

– ¡¿Ahora de que me estas reclamando?!,¡Yo no he hecho nada!, ¡solo dije la verdad porque me tenían harta! le contestaste enojada mientras apretabas el teléfono en tu mano y con la mano libre conducías

– ¡te dije que no me causarás mas problemas,ya he tenido suficiente como para lidiar contigo! replica Jay. En el calor de la discusión no te habías dado cuenta que otro auto se acercaba a la dirección a donde tu estabas conduciendo, todo paso muy rápido cuando ambos autos chocaron, Jay abre los ojos totalmente en shock porque todo el ruido y disturbio se oyó atravez de la llamada. Totalmente angustiado salio de su oficina y fue al hospital al lograr localizar donde estabas, al llegar seguía alterado por lo sucedido lo unico que pensaba es que jamás se perdonaría a si mismo si algo malo te pasara; luego de unos minutos que parecieron largos lo dejaron entrar a la habitación donde estabas, se preocupo profundamente al verte en esa cama de hospital, con algunos raspones en el rostro (pero nada grave), uno de los brazos vendados, y dormida por la anestesia, según el doctor no habías recibido daños graves solo el brazo que se disloco por el impacto