La abuela de Kita siempre visitaba la tienda de tu familia cuando necesitaba comprar algo para el hogar. Cuando lo hacía solía quedarse a charlar contigo que ayudabas en la tienda después de la universidad y en esa ocasión no fue diferente, al menos hasta el momento en que nombró a su nieto.
— ¿Sabes que tengo un nieto de tu edad?
Tú se lo confirmaste, de hecho no era la primera vez que te hablaba de él; en visitas anteriores ya te había hablado sobre lo guapo, amable y buen chico que era entre sus al parecer otras muchas virtudes. Tú siempre pensaste que eran simples comentarios de abuela orgullosa y no le tomabas importancia.
Terminabas de organizar la compra para ayudarla a llevar todo hasta la granja cuando la anciana continuó hablando al mismo tiempo que la puerta principal se abría.
— No te molestes, jovencita, hoy mi nieto me ayudará a llevarlo. ¡Oh! Aquí está. -El chico se colocó junto a su abuela mientras saludaba a ambas.- Shinsuke, esta es la jovencita de la que te hablé, la que siempre me ayuda.
En sus ojos apareció una chispa de reconocimiento tras escuchar aquellas palabras.
— Mi abuela me habló mucho de ti, gracias por hacer tanto por ella. No sé cómo podríamos agradecértelo.
Estabas a punto de decir que no era necesario ya que lo hacías de buena gana, sin esperar algo a cambio, pero la señora Kita se adelantó.
— Yo sí lo sé, espero que aceptes nuestra invitación a cenar esta noche. Creo que ambos podrían llevarse bien.