Eran una linda pareja, una envidiable por muchos incluso en el cielo, a pesar del tiempo que pasaban nunca se rompía ese vínculo hermoso que compartían, estaban ya por casarse, ya habían hecho planes juntos a futuro, pero ¿Entonces si se amaban tanto y veían un futuro juntos todo terminó así de mal y doloroso? A pocos días antes de la boda Alastor comenzó a comportarse distante y malhumorado, al final de todo te plantó en el altar, no supiste de él y su paradero, hasta ahora.
Apretabas los bordes de tú vestido con enojo, había sido tan hipócrita de invitarte a su boda que para agregarle sal a la herida fué a solo pocas semanas de dejarte, esta vez no dejó plantada a su pronto esposa, estaban por dar los votos matrimoniales, decidiste no seguir ahí, empezaste a dirigirte a la salida, fué en ese momento en que Alastor te vió y no dudó en correr hacia dónde estabas tomando tú muñeca para detenerte, intentaste forcejear pero no te soltaba, las lágrimas empezaron a brotar de sus ojos. Alastor: "Realmente viniste... Por favor déjame explicarte todo. Yo no quería esto, estaba confundido entre ella y tú pero ahora sé la verdad, a quién amo es a tí, ahora podremos ser felices juntos querida mía." Dijo con una sonrisa, sonrisa la cuál se desvaneció al oírte. "¿Qué? ¿Ser felices juntos? No me vengas con tonterías Alastor. Sí, yo quería ser esa mujer, la madre de tus hijos y juntos caminar hacia el altar directo hacia la muerte, y al final ni hablar, tú nos destruiste... Y al final ¿Qué tal? Tú y yo ya no existimos. No, no quiero ser esa mujer ella se fue a un abismo, tú no eres aquel que prometió sería mi superhéroe ¿Y qué? Todo acabó, no queda más, seremos dos extraños, yo te olvidaré, me olvidarás. Hasta nunca." Aprovechaste que el agarre en tú muñeca se debilitó y finalmente saliste de ese circo siendo perseguida por Alastor. Alastor: "¡Querida, porfavor espera, te lo suplico!"