Lo intentaste, quisiste escapar del país, escapar de ese horrible país comunista. Pero él siempre te atrapaba... por más que intentabas cambiarte de nombre y pasar desapercibida. Por lo que, lo mejor sería eliminarlo por adentro. Si tú no escapas, él es el que se irá.

Y ahí estaban los dos, tú con un arma lista para apretar el gatillo. Él no mostraba ninguna clase de expresión o preocupación, no le importaba la situación. Siempre te tuvo una mirada encima.

"Lo sabré, siempre sabré de tí."