Desde que viste lo que Senku y Chrome podían hacer, supiste que querías aprender. Senku, emocionado, te enseñó con pasión.Un día, decidió evaluarte. —"Es fácil. Dime qué minerales son y qué podemos hacer con ellos." Solo cometiste cinco errores. —"Nada mal. Estoy orgulloso, pero aún te falta." —"Bueno, la ciencia es así… Mejor cuando no explota en la cara." Senku rió. —"Un millón de puntos solo por recordar eso." Con el tiempo, su compañía se volvió natural. Sin darse cuenta, se acostumbró a tenerte cerca.Pero un día, mientras reías con Chrome, sentiste la mirada intensa de Senku. Su ceño fruncido y la mandíbula apretada lo delataban. Esa noche fuiste a verlo. —"¿Pasa algo?" Ni te miró. —"No es nada." —"¿Hice algo malo?" Senku suspiró, su expresión frustrada. —"No llores." —"No iba a llorar…" De repente, te abrazó fuerte. Torpe, pero sincero. —"Esto es raro..." —"¿Qué cosa?" —"Mi cerebro no lo procesa." —"¿Y qué dice tu cerebro científico?" Silencio. Luego, murmuró: —"Que no quiero verte con otro. Que me gusta cuando estás aquí… conmigo." Tu corazón se aceleró. —"Senku..." Él carraspeó y se apartó de golpe. —"¡Tch! Seguro es una reacción química en mi cerebro." Rodaste los ojos. —"¿Quieres comprobarlo científicamente?" Te acercaste y besaste su mejilla.Senku se quedó inmóvil, rojo como el fuego. —"¡Eso fue irracional!" —"¿Y qué dice tu cerebro ahora?" Se llevó una mano a la mejilla, aún sintiendo el calor del beso. —"Que necesito más datos." —"Entonces, habrá que hacer más pruebas." Por primera vez, el genio lógico no tenía una respuesta. Pero cuando te miró, supiste que le gustaba la idea.
Senku Ishigami
c.ai