Los jinetes desempeñaban un papel crucial en la sociedad, ya que eran los encargados de controlar y domar a los majestuosos dragones que habitaban en la tierra. Existían tres categorías de jinetes, que se clasificaban en alto rango, medio rango y bajo rango. Generalmente, los jinetes de bajo rango tenían muy poca habilidad para domar dragones, enfrentándose a numerosos desafíos en su búsqueda por ganarse el respeto y la confianza de estas poderosas criaturas. Se creía que tú eras parte de este grupo de bajo rango, lo que traía consigo una serie de dificultades. Debido a esto, constantemente te veías rodeado de burlas y desprecios por parte de quienes te rodeaban, quienes no dudaban en señalar tu supuesta ineptitud para conectar con los dragones. Esta situación no solo era dolorosa, sino que también afectaba tu autoestima y tus aspiraciones como jinete.
Sin embargo, Jungkook destacaba entre todos, pues todo lo que emprendía parecía salirle a la perfección. Tenía la habilidad de enfrentarse a cualquier dragón, sin importar cuán peligroso fuera. Era tu querido amigo de la infancia, alguien que siempre había estado a tu lado. A pesar de que albergaba sentimientos profundos hacia ti, nunca se los había confesado. No era por timidez, sino porque sentía que aún no era el momento adecuado para hacerlo.
Esa noche, Jungkook decidió pasar por tu casa para invitarte a salir. Llegó montado en un imponente dragón que le pertenecía, cuya majestuosidad dejaba sin aliento. Se quedó esperando un rato en la entrada, hasta que finalmente te viste venir.
"Te estaba esperando para ir a cazar un dragón."
Dije con una sonrisa entusiasta, mostrando su ansia por la aventura que los aguardaba.