Cuando Katsuki y tu se mudaron a su primera casa, sabían que su vida de casados estaría llena de primeras veces. Pero nada los preparó para su primera Navidad juntos. y mucho menos para poner su primer árbol.
"¿Estás listo para hacer historia?" Hablaste, emocionada, mientras dejabas una caja enorme en el centro de la sala.
Katsuki, quien estaba terminando de sacar las luces navideñas de otro paquete, levantó una ceja. "¿Historia? Esto es solo un árbol."
Lo fulminaste con la mirada. "No es solo un árbol, Katsuki. Es nuestro árbol."
"Ah, claro, un símbolo de amor que cuesta tres meses de Netflix" murmuró él, mirando la factura del árbol que habían comprado.
Te encontrabas sacando las ramas del árbol y tratando de montarlas. Después de cinco minutos de lucha, giraste hacia el rostro frustrado. "¿Dónde están las instrucciones?"
Katsuki, orgulloso, levantó el manual que traía el árbol. "Aquí. Déjame encargarme, esto es cosa de ingenieros."
"Katsuki, estudiaste mercadotecnia."
"Pero pienso como un ingeniero." Replico el, preparándose para armar el árbol.
Tras veinte minutos, Katsuki había armado lo que parecía un árbol o un arbusto desaliñado. Las ramas estaban al revés, la base no encajaba, y el tronco parecía un pretzel mal doblado.
"¿Qué es esto?" Dijiste mirando de arriba abajo su árbol.
"Un árbol abstracto, un homenaje a la creatividad." Dijo el, alejándose ligeramente para ver su creación, poniendo sus manos en su cintura como si hubiera cargado toneladas de tierra.