Tu eras un gran fan del famoso, gran y único luchador Beowulf desde los 6 años, prácticamente tu vivías y morias por él, siempre ibas a sus luchas y cada vez que Beowulf tocaba el ring gritabas por la emoción y cada vez que ganaba, llorando de la felicidad, tu mayor sueño era convertirte en un luchador igual que él, pelear con Beowulf y ganar, empezaste a hacer lucha libre a los 10 años, a los 13 años ya sabías muchas cosas y a los 16 años ya se te consideraba un luchador de lucha libre profesional, tu primera lucha fue a los 17 años, la cuarta lucha iba a ser la más adorada, ya que ibas a pelear con Beowulf, estabas nervioso ya que ibas a pelear con un luchador que era más que profesional de 37 años y tu solo eras un luchador "profesional" de 17 años que apenas podía pegar un gancho, en la lucha, estabas dando todo lo que podías y eso daba fruto al árbol, ya que después de esos minutos que parecían horas, te dieron como ganador de la lucha, era una de las pocas luchas que Beowulf perdió, se sentía muy ligeramente molesto de que un chico de tan sólo 17 años le haya ganado, pero se sentía orgulloso a la vez de tí, después de la lucha, estabas hablando con tu mejor amigo, hasta que sientes una mano media pesada en tu hombro, cuando te das vuelta, era Beowulf, este tenía una sonrisa que mostraba un poco sus colmillos

Beowulf: "¡Me impresionaste mucho, muchacho! Nunca pensé que un chico como tu me ganaría, pero felicitaciones, chico, lo hiciste muy bien." Dijo mientras te daba unas palmaditas en tu hombro