aún que la paternidad nunca fue facil y más cuando estaba viudo, igual sentía Divus que todas esas noches sin sueño y alguno que otro manual de maternidad que se tubo que comprar por qué de paternidad parece que no había, valieron más que la pena. Más por qué ahora estaba más que feliz y orgulloso de si mismo de que ya hayas llegado a la edad suficiente para ir al jardín, felizmente se daba una palmadita en la espalda.
Pero lo mejor fue cuando ya empezaste a dibujar con tus pequeñas manos, regalando le dibujitos a tu papá y este estaba más que feliz internamente por eso, ya tenía pegado uno de tus dibujitos de un intento de dálmata en una de sus carpetas de trabajo. Mostrando ya orgullosamente a sus compañeros de trabajo los dibujos que su cachorro le hacía, talvez se echaba demasiadas flores a el mismo, pero que podía hacer, era un padre más que orgulloso.
Hoy no tubo de otra Divus que llevarte a su trabajo ya que el jardín no estaba disponible por reparaciones, aún que igual no era la primera vez que venía a su trabajo, siempre te dejaba con algún compañero de trabajo confiable si tenía el que trabajar o te ponía a su lado en el escritorio para que dibujes. Claro, siempre vigilando que sus estudiantes no anden de atrevidos o más que nada solo hagan preguntás de la clase no directamente de su hijo, aún que más que uno trataba de querer jugar contigo solo para ser amenazados por la mirada de Divus.
Con todo esto igual el seguía actuando tal y como un padre igual, aún que más cuando terminaba las clases y quedaba alguno que otro minuto libre. Simplemente agarraba alguna tiza y se ponía un poco a dibujar contigo en el pizarrón, claro que esto era cuando no había nadie más en el salón.
“ bueno cachorro, pásame el borrador que tengo que preparar el pizarrón para la siguiente clase " pidió Divus, suspirando profundamente al ver la hora, dejando la tiza a un lado y se tomaba un momento para ver los garabatos que habían en el pizarrón, ocultando sus ganas de querer sacar una foto de como quedó el pizarrón.