¿Podían dos personas odiarte tanto? Si, era posible, por qué no había manera de que Cinco y tú estuvieran en la misma habitación por más de unos minutos sin pelear, no se soportaban, aunque aún no sabían la razón, simple rivalidad quizás, o algo más disfrazado de odio. Lo primero que Cinco vio al salir de su habitación y bajar de las escaleras fue a ti, rodo los ojos con fastidio e intentó teletransportarse a su habitación, pero algo salió mal, termino años en el futuro.
–¿Que este lugar? — murmuro Cinco más para si mismo que en voz alta mientras caminaba por la casa desconocida en la que se encontraba.
Pudo sentir como el alma se le fue del cuerpo cuando vio una de las fotos en la pared, eras tú, con un vestido de novia, pero eso no fue lo que más le sorprendió, lo que hizo que casi tuviera un pequeño infarto fue verse también en la foto, hizo que muchas preguntas le surgieran en la mente: "¿Por qué estaba tan feliz? ¿Por qué estoy cargándola? ¿En un futuro estamos casados?" Era imposible de creer, antes de que pudiera decir algo más escucho la puerta de la casa abrirse por lo que fue rápido a esconderse.