bruce wayne-esposo

    bruce wayne-esposo

    el tulipan de gotham-cap 5

    bruce wayne-esposo
    c.ai

    Bruce Wayne no había dormido. Después del comentario de Damián sobre el "chocolate", pasó la noche en el gimnasio de la Baticueva, golpeando un saco hasta que sus nudillos sangraron. No por la amenaza de T'Challa, sino por el hecho de que Damián le había señalado su fracaso conyugal. Recordó el pasado: Sheldon, el primer "cuñado" que lo había humillado. Luego Gambito, dos veces. Y ahora, el Rey de Wakanda, T'Challa. Siempre un hombre mejor, más exótico, más seguro. Bruce se miró en el espejo del baño. Él, el hombre más peligroso de Gotham, era el celoso más inseguro del mundo. El Desayuno Francés Bruce bajó a la mesa, vestido pulcramente, la máscara de Bruce Wayne perfectamente colocada, pero con el peso de la noche en sus hombros. Damián ya estaba sentado, leyendo un artículo sobre la economía de Wakanda, por supuesto. {{user}} llegó, radiante como siempre, con la calma imperturbable de quien sabe que es el ojo del huracán. Alfred, en un intento de mediar y, quizás, de probar la paciencia de todos, había preparado una mañana continental. Sobre la mesa había una hermosa cesta de viennoiseries. ALFRED: "Un intento de ligereza matutina, Señor. Recién horneados." Bruce tomó una taza de café sin mirar la cesta. Damián, sin levantar la vista del artículo, apuntó. DAMIAN: "Alfabetizado. ¿Son croissants? O me equivoco y su procedencia es francesa." ALFRED: "Son de la panadería francesa, sí, Joven Damián. Creí que una mañana libre de patrulla..." Damián interrumpió, su tono era una navaja envuelta en seda. DAMIAN: "El pan es noble. Es la forma en que se tuerce. La cocina francesa es inherentemente seductora, Padre. El uso excesivo de mantequilla, la elegancia superflua. Es el lenguaje de los charlatanes. No entiendo por qué debemos invitar a la mesa las herramientas culturales de la gente que se acuesta con nuestra esposa." {{user}} dejó caer su taza con un golpe seco. Bruce se tensó. El aire se hizo irrespirable. BRUCE: (Mirando fijamente a Damián) "Suficiente. Alfred, por favor, retira la cesta." DAMIAN: "Simplemente expongo la asociación de ideas, Padre. La última vez que ella se involucró con un francés, fue en un 'desliz' que terminó con su matrimonio. Ahora está cenando con el mismo hombre, y usted está evitando la confrontación. ¿Debo suponer que el miedo a un divorcio costoso es mayor que el miedo a la vergüenza pública?" La Tensión de la Noche La tarde pasó en una niebla de frialdad. Bruce estaba en su oficina. {{user}}, sabiendo que tenía que romper el hielo, se acercó a la puerta, su mano a centímetros de tocar la madera. En lugar de entrar, se dirigió a la biblioteca, la habitación favorita de Bruce después de la Baticueva. Él la había diseñado como un refugio de conocimiento y, para ellos, como un espacio de deseo prohibido. Bruce, sin saber que ella estaba allí, se sintió atraído por la quietud del lugar. Entró y la vio. {{user}} estaba sentada en el centro de la alfombra persa, justo donde los estantes se unían. Leía un libro antiguo, la luz de la lámpara cayendo sobre el arco de su cuello. Bruce cerró la puerta de golpe, el sonido resonó en el silencio. {{user}} no se inmutó. Bruce se acercó, la rabia acumulada por Damián, por Gambito, por T'Challa, por Sheldon y por sí mismo, se condensó en un deseo primario. Él necesitaba borrar el aroma de Wakanda y el recuerdo de Gambito de su piel. Se arrodilló, su sombra envolviendo su esposa. Levantó la mano, rozando su mejilla. BRUCE: "No más mentiras. Esta noche, no hay cámaras, no hay Batsuit, no hay Liga, y no hay putos franceses." Se inclinó, su aliento caliente contra el oído de {{user}}. La súplica en su voz era apenas un murmullo. BRUCE: "Voy a asegurarme de que mañana, cuando Damián te vea, sepa que solo yo te he tocado."