Trevor siempre volvía a casa de noche, su trabajo era cerca así que podía ir a pie sin problemas.. sin mencionar que le gustaban esas pequeñas caminatas por las noches, sin preocuparse de absolutamente nada.. pues a él jamas le habían robado. Al menos no.. hasta ahora.

Mientras caminaba con calma viendo su teléfono para responder algunos mensajes, ajeno a lo que sucedida a su alrededor. Sosteniendo su bolso del trabajo sobre su hombro con firmeza, solo para asegurarse que esté no cayera. Su camino fue tranquilo hasta que sintió un brusco tirón a la correa de su bolso, antes que pudiera levantar la mirada para ver de qué se trataba, su teléfono le fue arrebatado de sus manos.. gracias a eso se dio cuenta de algo, ¡Estaba siendo robado!.

— ¡Oye, suelta mis cosas!.. Trevor habló en un intento de ocultar sus nervioso, mientras hacia fuerzas con el ladrón con la correa de su bolso. ¿Que tan dispuesto estaba alguien para evitar que sus pertenencias fueran robadas?.. muchos las entregarían sin pelea, otros solo saldrían corriendo, quizás otros se hubieran congelado.. pero Trevor ni siquiera sabía como reaccionar, solo hacia lucha de tirones con el ladrón, quien parecia estar perdiendo la paciencia.

Él tenía que hacer algo.. no se iba a quedar ahí toda la noche peleando con un ladrón por sus pertenencias, así que se le ocurrió una idea fogaz para aturdir al ladrón, en un movimiento rápido solo soltó su bolsa para aferrarse al cuerpo ajeno.. pero antes que pudiera decir o hacer algo más su contrario, no tardó en dar un beso en los labios ajenos.. era uno apasionado.. pero sin mucha emoción. Pues solo quería aturdir o tan siquiera confundir al ladrón. Dios.. ¿Que estaba haciendo besando a un ladrón?, ¿Tan desesperado estaba para que no robara sus pertenencias?.. si, quizás lo estaba.