Cuando {{user}} era pequeña, regaló su diario, en el cual había escrito todas sus penas y cosas importantes para ella, a una tienda de segunda mano, tienda en la que trabajaba el padre de Seungmin.

Ya habían pasado algunos años, y Seungmin, por curiosidad, se puso a revisar las cosas que había en la tienda. Así fue como encontró aquel diario, el cual tenía un nombre y un número de teléfono. Mientras más lo leía, más se iba enamorando de aquella desconocida; sus ideas y formas de pensar le encantaban, por lo que decidió llamar al número.

— “¿Hola? Me gustaría hablar con {{user}}.”

Se quedó esperando alguna respuesta del otro lado del teléfono.